La revolución que término en lo que debería haber sido, el comienzo.

Las luciérnagas iluminaban esa noche,
Como miles de balas traspasando cuerpos en una guerra,
La inercia del pensamiento humano
Deja por sentado que nunca hemos sido superiores.

Esa noche comenzó a gestarse la primera,
la más recordada, revolución animal;
los animales se alzaron ante la tortura
la amenaza a sus costumbres y la unión reino aquel día.

Todos acordaron acabar con el sometimiento,
Tras décadas y décadas de sumisión de sus gritos y sonidos
Incomprendidas por la ignorancia irracional del hombre
Y compusieron los poemas más románticos de una revolución.

Comenzaron adornando su flora colectiva con panfletos,
Estaban hechos de hojas de bambú y escritos por signos
Que solo seres con una “capacidad” intelecto-sentimental
podrían comprender. Muchos de ellos demostraron sus argumentos de su repentino despertar y sus acotaciones al mundo que los radiaba, comenzaba con algo parecido a esto : “Estimados compañeros de miles de represiones a nuestras virtudes como especies, que hemos sido subes timados como irracionales y inherentes, pero hoy hemos puesto fin ala manipulación, a la destrucción de la única comunicacion con el resto del planeta, sus principales fuentes, es decir el agua, la tierra y sus descendientes, no podemos dejar que ella muera y con ella nosotros, podemos controlarlo, pero para eso necesitamos su adhesión y su colaboración en este re-inicio y por lo cual desde mañana sus lenguas serán las mismas, sus actividades habituales de “la ley del mas fuerte” será eliminada por este día para apoyarnos y poder llevar a cabo nuestra anhelada revolución!”

En estos términos se basaban todos las especia no humanas para pode conllevar sus peticiones ante la sumisión que los habían consumido durante años, en la noche del golpe a la raza dominante miles de especies se promulgaron en el frontis de el congreso general e las naciones mas poderosas de la especia humana, intentaron hacerse entender con señas y pancartas de hojas de palmeras, pero fue en vano, mas tarde comenzó la casería por parte de los inconcebibles humanos, armados con sus violentas formas de represión.
Esa noche la violencia fue peor que en tantos años de sumisión, las hormigas llevaba en sus espaldas a los animales caídos en la protesta, los ratones curaban a los elefantes y así en cooperación esa noche lograron hacer ver a los humanos egoísta y codiciosos, violentos y deshonestos, irracionales y hipócritas que el mayo valor de una especie es su forma de interactuar entre si y con las demás, no la de su “máxima expresión”, sino la de llevar por el sendero correcto la confluencia de lo bueno para todos.
La revolución animal dio como terminada la etapa de inestabilidad humana, llevando a su máxima expresión la vida plena en habitas considerables, especias viviendo en comunión y una revolución, que a pesar de que con acciones se llevo a cabo, desde siempre estuvo en sus corazones.